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6 Panoramas en Puerto Natales y alrededores

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El llamado es a cuidarnos entre todos. Revisa la fase de tu comuna y la del lugar, antes de visitarlo.-

La Navidad 2019 quisimos hacer algo diferente, arrancarnos de la intensidad del fin de año en la ciudad, para desconectarnos y encontrarnos en familia con la inmensidad de la Patagonia. Una experiencia para maravillarse, contemplar, caminar, imaginar y disfrutar el simple hecho de estar. Aquí les compartimos los panoramas que hicimos con niños de cinco y tres años.

Panoramas para hacer en Puerto Natales y alrededores con niños:

1.- Puerto Natales

Esta ciudad está a la orilla del canal Señoret y es la puerta de entrada al famoso Parque Nacional Torres Del Paine, su principal actividad es el turismo y está llena de vida en torno a este.

Amerindia, es un hostal que nos encanta. Es muy lindo, sencillo y familiar. Tiene una cafetería exquisita, la gente es amable y está bien ubicado. Para comer o almorzar hay varias alternativas, a nosotros nos encantó el restorán Aldea, con preparaciones sólo de ingredientes locales o el Santolla para comer centolla y ostiones inolvidables, pero reconocemos que los elegimos más pensando en nosotros. Pero un imperdible familiar es el Masay, rápido y rico, la recomendación aquí para los niños es compartir porque los sanguches y pizzas son enormes pero mortales, sus fanáticos locales aseguran que es el mejor la región e incluso de Chile.

Caminar por la costanera, la vista al Señoret es preciosa y al frente se ven los fiordos de Última Esperanza y Eberhard. Puedes ver los botes y barcos llegar, varios cisnes de cuello negro o caiquenes. Y si tienen suerte y les toca harto viento, caminar en contra es una sensación espectacular. Por favor deténganse a mirar en los caminos, sus orillas verdes llenas de  lupinos  en tonos morados, rosados y amarillos. Al final, casi al llegar a la rotonda donde está la emblemática escultura del Milodón hay un food truck llamado Nómade, no dejen de probar el chocolate caliente y los muffins.

Al costado derecho de la iglesia está la tienda Ñandú, que además de tener restorán, tiene varias artesanías y recuerdos del lugar. Los niños alucinan, lo tocan y lo quieren todo. Ojo con los indios pícaros están a su altura y si los descubren pueden pasar un buen rato muertos de la risa levantándolos. Compramos postales con imágenes de flora y fauna local, las escribimos y enviamos a los abuelos por correo, hay una oficina de Correos de Chile a media cuadra, al costado izquierdo de la iglesia.

2.- Navegación al Glaciar Grey

El Glaciar Grey está en el Parque Nacional Torres del Paine y es parte de los campos de Hielo Sur.

Para conocerlo hicimos una navegación que ofrece el Hotel Lago Grey, que dura casi tres horas e incluye un pisco sour o bebida en la embarcación y un guía. Llamamos al hotel un par de días antes para hacer la reserva en el GREYIII, es importante llegar una hora antes del zarpe, porque los tickets se pagan en el hotel y después se camina 30-40 minutos por un bosque maravilloso.

Hay un puente colgante para cruzar el Rio Pingo, los niños excitados con este paso aventurero.

Sigues por el bosque hasta llegar a la playa, a la derecha al fondo se puede ver el hotel y a la izquierda el glaciar. Se cruza la playa para embarcar, y ya todos arriba con salvavida comienza un paseo para maravillarse, algo que en gran medida depende de la disposición interior.

Nuestra hija de tres años vio en el Grey el Castillo de Frozen, estaba segura que Olaf estaba jugando con Ana. El de cinco años, contemplaba impactado del tamaño y color del hielo, nos pregunta por qué si el hielo es transparente acá se ve blanco y a veces azul. Está preocupado por el medio ambiente y lo conversamos al ver los bloques que están flotando en el lago. Salimos a cubierta para disfrutar la vista, el viento en la cara, dejar que nos chasconee un rato y admirarnos de la grandeza de la naturaleza.

  

Más información y reservas online en www.lagogrey.com

3.- El placer de estar en Bahía Esperanza

Antes que nada advierto que hay interés aquí, esta estancia la administra mi hermano, Raimundo Prado, y por supuesto junto a toda la experiencia patagónica que vivimos ahí está el cariño enorme y admiración total por él. Y honestamente en ningún lugar lo pasamos mejor que aquí.

© Estacia Bahía Esperanza, Natales

Bahía Esperanza es una estancia que tiene 2.400 hectáreas, una casa preciosa de huéspedes que puedes arrendar con capacidad para 9 personas. Por la mañana le sacamos leche a la vaca Josefina y recogimos huevos en el gallineros, pudimos disfrutar de estos productos en el desayuno junto al pan amasado que hace el capitán Cofi, es mortal. Les aconsejo salir a caminar porque o sino a la vuelta les cobraran sobrepeso seguro. Antes de salir, el dueño de casa nos invita a poner la red en el agua por si pica algo. Nos pasa los bastones y partimos a caminar con buen picnic en la mochila.

Salimos por un camino de tierra, con huella de autos que está a la derecha de la estancia. Caminamos cerca de 5 kilometros con los niños, mirando los mugos, lagunas, piedras, cisnes, vacas, caballos. Paramos a tirar piedras al agua, observar callampas que brotaban entre el pasto, probar los calafates, vimos como una caiquén entraba al agua por primera vez con sus patitos y nos echarnos a mirar las nubes pasar. Un picnic rápido a orilla de camino, comienza pegar fuerte el viento y se ven nubes grises. Volvemos rápido con la ilusión de salir a andar a caballo bajo la lluvia.

  

Cuando llegamos a la estancia están los caballos listos, no tocó el Flamenco y la Berta. Nos acompaña el Azul, un perro ovejero clásico de la Patagonia. Tenemos todos los aperos necesarios, pero rechazamos el casco bajo nuestra responsabilidad.  Una cabalgata entre el bosque de lenga, ñirre y coigue, muchas cuevas de conejos, cóndores, zorros, águilas mora y nidos de caiquenes.

Llegamos a la cima y al frente podemos ver el cerro ballena,  el Señoret con algunas islas y al fondo el Cerro Prat. Maravilloso.  Con la lluvia nos mojamos lo justo para pasarlo bien, volvemos a la estancia nos ponemos junto al fuego en el quincho y disfrutamos de un caldillo de róbalo, los niños felices de comer algo que ellos mismos pescaron.  Cerramos el día con un cordero al horno que está mundial, jugoso, caliente acompañado de cebollas asadas y papas cocidas.

Al terminar de comer tomamos el balde con los residuos orgánicos y se los llevamos a Teresa y Tomás, dos chanchitos nuevos que acaban de llevar, ellos se encargan de que aquí nada se pierda. Para conocer precios de alojamiento y excursiones ingresa a www.estanciabahiaesperanza.com

4.- Cueva del Milodón y picnic en Laguna Sofía

Objetivamente la Cueva del Milodón es algo por lo que yo no habría pagado por ir, pero es tal la fascinación de los niños que es imposible no ir. Es el ícono del viaje, los niños se lo imaginan como un personaje más de la Era del Hielo y a veces los mezclan con la era Jurásica y se van inventando e imaginando miles de cosas.

El camino de Natales a la cueva es un espectáculo, insisto en que miren los lupinos. Al llegar compras la entrada en una casa de CONAF, es más barata para turistas nacionales, hay una sala con textos y videos explicativos, una mesita con lápices de colores y dibujos de los animales que vivieron en la zona hace 10.000 años atrás. Recomendación, saliendo de la casa de la CONAF a la derecha está el baño, importante pasar antes de emprender la expedición.

Por un sendero rodeado de flora nativa se hace una caminata corta hasta llegar donde hay carteles explicativos y esculturas de los animales de la época: el Hippidion saldiasi, caballo con más pinta de burro. La Macrauchena, mamífero con pinta de ser hijo de un camello con una jirafa. El smilodon populator, un tigre con dientes de sable, imposible no pensar en “Diego” de la Era del Hielo. Y finalmente el Mylodon darwini, el famoso milodón una mezcla entre oso y perezoso de más de dos metros. En 1895 el capitán y explorador alemán, considerado colono de la Patagonia, Hermann Eberhard, encontró en esta cueva restos de piel del milodón.

Ingresamos a la cueva y aquí los guías fueron los niños: “mamá aquí él se duchaba”, “aún hay huellas de dormía”, “aquí jugaba uno con sus amigos” y así fueron todo el recorrido relatando lo que ellos querían y creían de este animal extinto. Vale la pena.

Cuando terminamos el recorrido es recién medio día, partimos a laguna Sofía, solo poner en waze o Google Maps. Este lugar está a 30 kilómetros al noroeste de Puerto Natales, el lugar es una maravilla y les recomiendo ir después de visitar la Cueva para poder quedarse todo el tiempo que quieran.

En el camino ya se puede ver el murallón que forma el cerro Benitez, se ven escaladores y encima cóndores. Llegamos, la playa es solo para nosotros, un poco más allá una van espera a un grupo de excursionistas. Nos instalamos en la orilla, sacamos cooler y almorzamos picoteando de todo un poco, disfrutamos la vista, tiramos piedras al agua, nos acostamos a disfrutar el suave sol. Escalamos una roca. Los que tengan  niños más grandes pasen la cerca y hagan la caminata al Benitez. La vista es espectacular.

 

5.- Parque Nacional Torres del Paine y Cabalgata en Estancia Lazo

El parque tiene tres accesos, mi recomendación es entrar por el camino Y-290 que es el mismo que se toma para ir a la Cueva del Milodón y te lleva a la Portería Serrano, recorres 80 kilómetros en camino de tierra pasando por paisajes similares a los de la Carretera Austral, puedes parar en los miradores a sacar fotos y comenzar con las primeras vistas a los cuernos y el macizo. Por la edad y resistencia de los niños no hicimos la excursión base Torres, son 42 kilómetros, esperamos volver cuando estén más grandes. Pero recorrimos en auto,  ojalá puedan hacerlo con guía, o leer harto antes, porque si bien el lugar es maravilloso y por si solo ya hace que la visita valga la pena una y mil veces, con la compañía de alguien que sabe te permite disfrutar además con datos históricos sobre los primeros excursionistas, por qué el cerro se llama Almirante Nieto, identificar los distintos tipos de aves, hacer pequeñas caminatas a cuevas para ver pinturas jeroglíficas, entender por qué el lago Sarmiento tiene el borde blanco.

Salimos del parque por la portería Sarmiento y antes de tomar la ruta Y-150 para volver a Natales, pasamos a almorzar a la Estancia Lazo, un lugar privilegiado porque está rodeada por los más importantes cuerpos de agua del Parque: el Lago Toro, el Lago Sarmiento y Laguna Verde, con vista constante a las Torres, a los cuernos y al macizo del Paine.

Aquí la cabalgata es un panorama especial para toda la familia, porque los caballos son muy mansos y el recorrido es en planicie. Para los que tienen experiencia también cuentan con caballos más aventureros. El personal es cálido, simpático, atienden muy bien, acá todo está bien hecho y personalizado. Y finalmente, en este paseo la vista y todo el lugar son alucinante.

Entérate más y coordina tu visita en www.estancialazo.com

6.- Estancia Cerro Negro

Este podría ser el primer o último panorama ya que está ubicada en un punto medio entre Punta Arenas y Torres del Paine, si vuelas a Punta Arenas es perfecto para pasar a almorzar y vivir la experiencia de las labores de campo en la Patagonia. Es una estancia de 1944, que está muy bien conservada y la casa patronal parece un museo que hay que recorrer.  Acá pueden almorzar el tradicional cordero al palo y después visitar el galpón para ver una demostración de esquila, la versión moderna porque ya no es con tijeras, pero es muy dinámico a los niños les muestra cómo se hacía antes y pueden tocar la lana. El espectáculo impresionante  es ver el arreo de los perros ovejeros, que han sido entrenados para guiar al rebaño, y responden con silbidos de los baqueanos. Una buena parada en el camino ya sólo falta 40 minutos para llegar a Puerto Natales.

Datos prácticos para los que viajan con niños:

 

  • Traslados: En temporada alta encuentras vuelos directos a Puerto Natales en LATAM, SKY y JetSmart, recuerda que algunas de estas líneas tienen convenios con bancos para llevar gratis una maleta. Esos vuelos directos no son todos los días, por eso nosotros volamos a Punta Arenas y a la salida del aeropuerto, cada media hora, pasan buses que van Puerto Natales, los pasajes los puedes comprar antes por internet en Buses Fernández o Buses Sur. Siempre está la opción de arrendar auto que te da independencia para recorrer.
  • Ropa: Polar, cortaviento, pantalones largos, bototos y gorro (o bandana) son esenciales, no tuvimos que llevar nada diferente a la ropa que ocupas en agosto-septiembre. Si tienes primera capa genial, pero para la temporada de verano no es necesaria para el tipo de panoramas que haces con niños.
  • Snacks: Botellas con agua, frutos secos, charqui, huevos duro, sachet de compota (la fruta allá es cara), barras de cereal y wraps o sándwich. En la costanera está la sala de ventas de AquaChile, donde puedes comprar salmón más barato y congelado, te lo pasan en una caja especial y te puedes llevar a tu casa.
  • Entretención: Para el avión, aeropuerto y esos momentos en que les están preparando la comida, todos están cansados y los papás quieren paz… llevamos blocks, lápices de colores, el libro favorito de cada niño, un Buscando a Wally que fue la sensación y el Ipad con películas descargadas de Netflix.
  • Agencia: todos los panoramas los puedes coordinar y planificar tu mismo, pero también puedes optar a que alguien te apoye en armar una experiencia de acuerdo a lo que tu familia le gustaría y con una atención increíble. Y ahí les recomendamos  Ñandu Way Patagonia, que protegen y conservan la naturaleza a través del turismo. Son lo máximo y les harán cualquiera de estas y más experiencia de primer nivel.  Además, ellos realizan educación ambiental a los niños de la localidad,  operan el reciclaje de orgánicos en Puerto Natales y lo reinvierten en lugares turísticos. Contacto: +56974769204 nanduwaypatagonia.com info@nanduwaypatagonia.com.

 

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