Nos han preguntado mucho si recomendamos viajar con una guagua (bebé) de 6 meses a Brasil (u otro país tropical). La verdad es nosotros la recomendamos mucho y aquí les dejamos algunas razones.

El clima en Brasil hace que en la sombra no haga frío. A diferencia de las playas chilenas, donde para proteger a las guaguas de los rayos y dejarlas debajo de los quitasoles generalmente hay que abrigarlas por el viento, allá hay un calor parejo y húmedo por lo que están todo el tiempo en traje baño y después pasan directo al pijama. Traje baño – pijama – traje baño …..
Nuestro hijo se sentaba y se mantenía sentado jugando; no sabía gatear aún. Eso nos ayudó a dejarlo abajo de un quitasol entretenido sin que se saliera él solo de la sombra protectora de los rayos UV.

Le habíamos empezado a dar comida y para tener verdaderas vacaciones volvimos a la leche (por esas dos semanas) – No queríamos enseñar a dar comida en nuestras vacaciones así que nos simplificamos la vida y retrocedimos a la leche y agua en caso de que hiciera mucho calor (embotellada sin gas). De todas maneras en Brasil venden mucha variedad de frutas y verduras para prepararles la comida y colados preparados como los de Chile en casi todas partes.

En la noche llevamos las cunas packandplay (practicuna en Argentina) con mosquetero. Así estábamos tranquilos de evitar los mosquitos nocturnos (y arañas, bichos e insectos exóticos).
Para los paseos más largos lo llevamos en la mochila porteadora e iba feliz.

Lo metíamos al mar y gozaba. Las siestas eran bajo el quitasol y la lluvia por lo general es “amistosa”; es decir antes de caerse el cielo lloviendo se escuchan a lo lejos los truenos por lo que se puede guardar todas las cosas e ir a cubrirse antes que llegue. Sino, igual llueve sin frío, así que a disfrutarla y mojarse nomás, si te pilla no queda otra.